lunes, 5 de marzo de 2012

LA CABRA AL MONTE TIRA


Emotiva tarde de gloria

Juan José Padilla, con un parche en el ojo que el pitón de un toro le arrancó el pasado 7 de octubre, reaparece en la feria extremeña de Olivenza

ampliar foto
El torero Juan José Padilla, en la Feria Taurina de Olivenza. / GALLARDO (EFE)
Juan José Padilla, con un parche en el ojo izquierdo, que el pitón de un toro le arrancó de cuajo la tarde aciaga del pasado 7 de octubre, reapareció esta tarde en la plaza extremeña de Olivenza. Y, en verdad, que no defraudó. Lidió con suficiencia, sobrado de facultades, se gustó con capote, muleta y banderillas, y gozó de una merecida y emotiva tarde de gloria en un ambiente amable, rodeado de amigos, partidarios y enfervorizados admiradores que presentaron sus respetos a un héroe de nuestros días.
Se le vio sosegado, sereno y dispuesto a demostrar que el toreo de sentimiento no le es ajeno. Se le vio cómodo, y motivos tenía para ello. Su lote, como toda la corrida, fue de bonitas y enjutas hechuras, como corresponde a plaza de tercera categoría, generoso en nobleza y corto de casta. Y Padilla toreó con gusto al toro primero con garbosas verónicas, una media de cartel y un jaleado quite por delantales. Puso banderillas con facilidad, y, muleta en mano, fue un torero nuevo, alejado del tremendismo habitual. Tenía motivos, ciertamente, para ello, pues su oponente, escaso de fuelle y recorrido cansino, le permitió un par de tandas de derechazos trazadas con sabor torero.

No hay comentarios: