Londres y Buenos Aires suben de tono la guerra de propaganda por las Malvinas
Argentina considera una provocación la llegada al archipiélago del príncipe Guillermo de Inglaterra
WALTER OPPENHEIMER / ALEJANDRO REBOSSIO Londres / Buenos Aires 3 FEB 2012
- Argentina y Reino Unido parecen enfrascados en una nueva guerra de las Malvinas, aunque en esta ocasión se trata más de una batalla de propaganda que de un enfrentamiento militar como el que protagonizaron hace casi 30 años. Para los argentinos, que han lanzado un bloqueo de los puertos de los países de la zona a los buques con pabellón de las Malvinas, la clave de este enfrentamiento es el inicio de exploraciones petrolíferas en aguas del archipiélago. Para los británicos, el bloqueo es un paso más en lo que consideran la política de acoso a los isleños que desde hace dos años lleva a cabo el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
- Argentina y Reino Unido parecen enfrascados en una nueva guerra de las Malvinas, aunque en esta ocasión se trata más de una batalla de propaganda que de un enfrentamiento militar como el que protagonizaron hace casi 30 años. Para los argentinos, que han lanzado un bloqueo de los puertos de los países de la zona a los buques con pabellón de las Malvinas, la clave de este enfrentamiento es el inicio de exploraciones petrolíferas en aguas del archipiélago. Para los británicos, el bloqueo es un paso más en lo que consideran la política de acoso a los isleños que desde hace dos años lleva a cabo el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Argentina y Reino Unido parecen enfrascados en una nueva guerra de las Malvinas, aunque en esta ocasión se trata más de una batalla de propaganda que de un enfrentamiento militar como el que protagonizaron hace casi 30 años. Para los argentinos, que han lanzado un bloqueo de los puertos de los países de la zona a los buques con pabellón de las Malvinas, la clave de este enfrentamiento es el inicio de exploraciones petrolíferas en aguas del archipiélago. Para los británicos, el bloqueo es un paso más en lo que consideran la política de acoso a los isleños que desde hace dos años lleva a cabo el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los argentinos viven como una provocación la llegada esta semana a las islas del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión de la Corona británica, con el “uniforme del conquistador”, según lo definió un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina. Sobre todo por la cercanía del 30 aniversario de la invasión de las islas por tropas de la dictadura argentina el 2 de abril de 1982. La invasión derivó en una guerra corta pero cruel, que terminó en dos meses con una aplastante victoria británica que dejó más de 900 muertos y consolidó a Margaret Thatcher como primer ministro británico.
Buenos Aires atribuye la escalada de tensión a la explotación de los caladeros de pesca mediante la concesión de licencias, aunque el sistema se implantó hace 15 años, y al inicio de exploraciones petrolíferas en 2010. “Después de que Argentina incumpliera los acuerdos internacionales al iniciar la guerra en 1982, ha sido Reino Unido el que no los ha cumplido al dar licencias para pescar y explorar petróleo en un territorio en disputa”, opina Rut Diamint, experta en relaciones internacionales de la Universidad Torcuato di Tella, de Buenos Aires.
Argentina
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