Mujeres al frente del auge económico en América Latina
La candidatura femenina del PAN en México intenta seguir la estela de las presidentas de Brasil y Argentina
Hoy el 40% de la población de América Latina es gobernada por mujeres. Si Josefina Vázquez Mota ganará las elecciones presidenciales de México, el porcentaje subirá al 60%. Su nombramiento como candidata del Partido Acción Nacional a los comicios de julio, vuelve a encender los focos sobre el auge de las mujeres en el poder en América Latina como una opción de Gobierno en un contexto de gran crecimiento económico y difusa corrupción. Tras las experiencias de Violeta Chamorro en Nicaragua y Mireya Moscoso en Panamá en los años noventa y el empuje dado por la elección de Michelle Bachelet en Chile en 2006, la región vive una especie de efecto dominó. Argentina, Costa Rica y Brasil ha seguido la estela chilena. Ahora podría ser la hora de México.
Hoy el 40% de la población de América Latina es gobernada por mujeres. Si Josefina Vázquez Mota ganará las elecciones presidenciales de México, el porcentaje subirá al 60%. Su nombramiento como candidata del Partido Acción Nacional a los comicios de julio, vuelve a encender los focos sobre el auge de las mujeres en el poder en América Latina como una opción de Gobierno en un contexto de gran crecimiento económico y difusa corrupción. Tras las experiencias de Violeta Chamorro en Nicaragua y Mireya Moscoso en Panamá en los años noventa y el empuje dado por la elección de Michelle Bachelet en Chile en 2006, la región vive una especie de efecto dominó. Argentina, Costa Rica y Brasil ha seguido la estela chilena. Ahora podría ser la hora de México.
¿Pero, una vez llegadas al poder, es realmente distinta la gestión de las mujeres? Flores cree que la presidencia de Bachelet en Chile sí ha ejercido un cambio, sobre todo en la mentalidad de la gente. A diferencia de las otras presidentas de América Latina —y de la misma Vázquez Mota, que en sus primeras declaraciones tras el anuncio de su candidatura dijo que iba a gobernar “para todos”— Bachelet reivindicó desde el mismo discurso de investidura la impronta feminista que quería dar a su mandato. “Creó el gabinete paritario y llegó con la aplicación de la paridad hasta el 4º grado de la administración pública”, recuerda la experta chilena. Aunque ahora, según Flores, se ha registrado un retroceso en la representatividad, hay pruebas del cambio: “Hace cinco años no se podía hablar de despenalización del aborto y ahora sí; tampoco se podía hablar de paridad política y participación ciudadana. Y Ahora sí”.
Más difícil es encontrar confirmación a la idea de que las mujeres sean más eficaces en la lucha contra la corrupción. “La gran pregunta es: ¿son menos corruptas o sencillamente no lo han sido por no haber tenido a su alcance mucho poder?”, comenta Flores. Vivian Roza, coordinadora del programa de género del Banco Interamericano de Desarrollo, recuerda que a pesar de que la idea sea muy difundida “no hay evidencia de que sea así”. Pero añade: “El caso de Dilma Rousseffen Brasil es un ejemplo en positivo. Se deshizo de cualquier ministro que tuviera alguna sombra de corrupción”. Y ya van siete.
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