Quiero
romper una lanza a favor de la amistad profunda y sincera, esa misma que me
manea a quien hoy ocupa esta nota. “El Negro Pirri”, ese hombre que hoy como
todos encorva su figura para seguir siendo útil a la vida y se levanta cada día
a regar con agua de futuro y paciencia ese jardín comercial que tanto le costó.
Muchos años atrás, estuvimos relacionados por ese misterio que une a las
personas mediante las profesiones y creamos un entorno de amistad que lleva más
de cincuenta años. Hoy lo veo y me ayudo a recorrer el disco duro de nuestra
memoria y agradecerle esa infinita calidad que lo ha hecho tan apreciado entre
sus conocidos. Y como el refrán dice “DE CASTA VIENE EL GALGO”, queda en la
trinchera mi nuevo y querido amigo “Guillermo Pirri” con quien tonteamos en
esto de la pequeña comunicación bloggera.
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