viernes, 3 de febrero de 2012

atapuerca


Atapuerca, un retrato de familia de un millón de años

01/02/2012 | Antonio Martínez Ron | Imagen: Miguel Fernández
Los hallazgos en el yacimiento durante los últimos 20 años nos han dado un retrato de los primeros europeos. Visitamos las excavaciones para que los científicos que trabajan cada día en Atapuerca nos muestren sus secretos.
Esta historia comienza con un tren. Corre el año 1900 y la empresa "The Sierra Company Limited" abre un tajo en la sierra de Atapuerca para construir el ferrocarril minero a Burgos. El desfiladero tiene 500 metros de largo y unos 20 metros de profundidad y no tiene ningún sentido práctico. No hace falta pasar por allí, salvo que se trate de explotarlo como cantera y sacar un beneficio extra. De hecho, el tren minero apenas circula unos meses y la excavación pierde el poco sentido que tenía. Pero aún reserva una sorpresa. Por pura casualidad, acaba de sacar a la luz un millón de años de historia de la evolución humana.
Un siglo después, entrar en la vieja "trinchera del ferrocarril" es como un pasaje al Pleistoceno. A ambos lados del desfiladero asoma un entramado de cuevas que ha permanecido oculto durante cientos de miles de años y que no deja de arrojar tesoros paleontológicos sobre los primeros habitantes de Europa. El último hallazgo es una mandíbula de 1,2 millones de años de antigüedad de una especie aún no ha podido ser clasificada y que se une a los restos de Homo antecessor, centenares de objetos y restos de animales y a los 28 individuos que aparecieron en el fondo de la Sima de los huesos.
"La mandíbula se encontró allí", asegura el arqueólogo Raúl López señalando el fondo de la excavación de la Sima del elefante. "Se encontró un diente y parte de la mandíbula. No sabemos a qué especie pertenecen". Unos metros más allá, se encuentra la Gran Dolina. Aquí se hallaron los restos de una nueva especie de ser humano, el Homo antecessor, en cuyos huesos se han hallado muestras de canibalismo. "Gran Dolina podríamos compararlo con un libro muy antiguo con muchas páginas", nos cuenta Josep María Parés, especialista en geocronología y uno de los investigadores que lleva aquí desde el principio. "En conjunto estos estratos abarcan más de un millón y medio de años de la historia geológica y de la evolución humana".

No hay comentarios: