Es un garaje de cinco metros por tres, con paredes húmedas y descascaradas, que parece un sótano. La luz no funciona y hay escombros por todos lados. Allí vivió con un mono y un perro.
Especialistas en adopción aseguran que nunca vieron una historia similar. Y apuntan tanto a la Justicia como a las áreas de minoridad, salud y educación.
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