Dos fosas, 13 asesinados y 50 testigos en Espinosa de los Monteros
En un macabro rectángulo de apenas ocho metros cuadrados se cuentan nueve esqueletos, todos boca abajo; uno de ellos corresponde a un menor, un chico de 16 años de nombre Claudio Sainz. Entre la tierra rojiza, a un metro de profundidad, las botas que llevaban el 20 de octubre de 1936 las víctimas asesinadas por los falangistas en Espinosa de los Monteros (Burgos) han aparecido bien conservadas. A solo 200 metros, hay otra fosa con los restos de cuatro mujeres. El proceso de exhumación comenzó el pasado lunes y aún queda trabajo para el equipo de especialistas que encabeza el forense Francisco Etxeberria, a los que se ha unido un grupo de 30 alumnos de la Universidad del País Vasco (UPV) y de la Autónoma de Madrid.
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