Milagro: lo atropelló un camión y recorrió 40 kilómetros agarrado del chasis
Iba con su moto por la ruta 14 cuando un camión literalmente lo pasó por encima. Logró aferrarse a los fierros y sólo sufrió heridas leves en su espalda.
18/02/14 - 13:20
Viajar en el chasis de un vehículo en movimiento puede ser cosa de todos los días para James Bond o Ethan Hunt, el agente de Misión Imposible, pero no para Juan Rodríguez. Al igual que los dos personajes de ficción, este correntino de 30 años tuvo que aferrarse a la parte de abajo de un camión para salvar su vida luego de ser embestido. Pero a diferencia de ellos, le tocó hacerlo en la realidad. Y en una sola toma.
Juan Rodriguez salió el jueves pasado alrededor de las 5.30 de su casa en el paraje Cuay Chico, ubicado cerca de Santo Tomé. Se subió a su motocicleta, una Keller de150 cc con la que recorría diariamente los seis kilómetros que lo separan de la estancia donde trabaja. En el medio tiene un pequeño tramo sobre la Ruta 14, conocida por la fuerte presencia de camiones transportistas que van y vienen desde Brasil.
Rodríguez sintió que tenía un camión atrás que se le acercaba, supuso que éste lo iba a pasar por izquierda pero lo pasó por encima. La moto voló rápidamente para la banquina, pero su conductor siguió por abajo, sin que lo toquen las ruedas. A la altura del acoplado logró sujetarse del camión, antes de golpear con el eje trasero.
"Me alcancé a prender por algo, no sé si era un hierro o un cable. No lo recuerdo. Sólo sé que quería treparme. Me agarré con una mano, mientras con los pies pateaba los hierros para sujetarme y con la otra mano buscaba donde aferrarme. Ahí fue donde pegué con el asfalto y me pelé todo", contó el afortunado hombre al diario El Litoral, de Corrientes. Cuando finalmente logró enganchar el otro brazo y un pie, se aferró a la vida esperando un control rutero que lo saque del mal momento. Así, a centimetros del asfalto, Rodríguez estuvo media hora y recorrió cerca de cuarenta kilómetros hasta que el camión se detuvo.
Cuando pararon en una estación de servicio, Rodríguez salió de abajo del camión para sorpresa del chofer, que no le creía la historia. De hecho ni había registrado el momento del accidente. Recién cuando vio las heridas en su espalda se dio cuenta de lo que había pasado. Rodríguez le pidió que lo lleve a la estancia donde trabaja (esta vez del lado de arriba del camión), donde a pesar de todas las heridas que tenía, se dispuso a acomodar a los animales y hacer su rutina diaria, hasta que no aguantó más y le pidió a un amigo que lo lleve al Hospital de Santo Tomé.
"Cuando llegué acá ya casi no podía respirar, me dolía el pecho. Los médicos no podían creerlo. Nadie me creía. Hasta ahora sigue llegando gente conocida que no puede creer lo que pasó. Me dicen que es una cosa de locos. Y que volví a nacer", contó. Cuando le preguntaron en qué pensaba mientras iba debajo del camión, el hombre confesó que se encomendó a la Virgen y al Gauchito Gil. "Que me den fuerzas para no desprenderme, dijo. Era una historia de creer o reventar. Rodríguez creyó y hoy la puede contar a amigos y curiosos.
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