WASHINGTON. CORRESPONSAL - 16/02/14
El Gobierno argentino presentará su segunda apelación ante la Corte Suprema el lunes, luego de haber dado un giro hacia la ortodoxia económica y con una estrella de la comunidad jurídica de Washington, Paul Clement, como el nuevo líder de su equipo de abogados. ¿Aumentará todo esto la posibilidad de que la Corte acepte escuchar el caso?
En Washington y en Wall Street aprecian los pasos que el Gobierno dio para normalizar las relaciones con la comunidad financiera internacional y con el Fondo Monetario Internacional: el pago de los fallos perdidos ante empresas en el Ciadi, el tribunal internacional del Banco Mundial; las negociaciones con Repsol por la expropiación de YPF; la propuesta para regularizar la deuda con el Club de París; y la presentación del nuevo índice de precios. Pero la desconfianza persiste. Y el lobby de los fondos buitre sigue muy activo en el Congreso.
Esta semana, el diputado demócrata Henry Cuellar se sumó a dos republicanos, Mario Díaz Balart y Charlie Dent, al enviarle una carta al secretario John Kerry urgiéndolo a que no apoye la apelación de la Argentina. De acuerdo con Cuellar, Argentina renunció a su inmunidad jurídica en la corte de Nueva York. “La posición del Departamento de Estado sobre la inmunidad soberana en lo relacionado con Argentina no es válida como un argumento legal, y usted tiene que considerar el impacto político”.
De hecho, ya en dos ocasiones Estados Unidos apoyó a la Argentina ante las cortes de Nueva York argumentando, entre otras cosas, que el fallo que obliga a la Argentina a pagarle a los fondos buitre –al mismo tiempo que a los tenedores de bonos reestructurados– viola el acta de inmunidad de los países soberanos.
Este es el tema que más interesa a la Corte Suprema. Pero dado que no hubo ninguna contradicción en los fallos establecidos por las cortes negando la violación de esta ley, no hay que descartar que la Corte norteamericana rechace el caso. Mucho depende de la habilidad de Paul Clement.
Clement está considerado como uno de los tres mejores abogados para litigar ante la Corte Suprema, quizás el número uno, dijo a ClarinRichard Samp, de la Washington Legal Foundation. “No creo que intente presentar nuevos argumentos. De hecho tiene prohibido hacerlo. La Corte Suprema sólo considerará argumentos que han sido planteados en las cortes más bajas. No obstante, Paul está considerado como un experto en darle una nueva forma a los argumentos legales preexistentes, de manera que sean más atractivos para los nueve jueces. Y, por su reputación, puede estar seguro de que cualquier apelación que él presente ante la Corte será analizada con mucha detención”, agregó el especialista.
Clement, un ex procurador general de Estados Unidos hasta 2005, fue nombrado por George Bush y tiene buena relación con la mayoría republicana de la Corte, fundamentalmente con John Roberts y Samuel Alito.
Todo eso puede favorecer su actuación, pero al final de cuentas pesará más lo jurídico que lo político. Pero debido a que mañana es feriado en Estados Unidos, lo más probable es que no se conozca el contenido de la apelación argentina hasta el martes, a menos que el Gobierno decida divulgarla anticipadamente.
De hecho, llamó la atención que, pese a que en el pasado vino instrumentando una estrategia de postergación, esta vez la Argentinano pidió una extensión de 30 días para presentar la apelación. Sin dudas es un cambio táctico a tener en cuenta.
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