miércoles, 29 de mayo de 2019


Viaje a la intimidad de una fábrica de aviones: así se hace el Pampa III

En Córdoba construyen el avión argentino de entrenamiento y ataque ligero que está entre los más avanzados del mundo en su tipo. Su historia, los procesos y tecnologías que requiere, y el interés de otros países.   

Las calles tienen carteles con su nombre y sentido de circulación. Para el visitante, sin embargo, es fácil perderse: cada edificio lleva un número que a veces parece caprichoso, dando forma a un complejo que -a medida que se camina- se convierte en un laberinto de jardines con césped prolijo y pájaros que dan saltos mientras trinan. La Fábrica Argentina de Aviones -FAdeA- es un ciudad en escala dentro de Córdoba. Y como toda ciudad, tiene un motivo de orgullo: aquí se construye el Pampa III, el modelo argentino de entrenamiento avanzado y ataque ligero que está entre los más modernos del mundo en su tipo.
Primera impresión: el programa de producción del Pampa III en FAdeA está a cargo de profesionales muy jóvenes. Algunos, incluso, no habían nacido cuando el prototipo del IA-63 realizó su primer vuelo. Fue el 10 de octubre de 1984. Estuvieron el jefe de la Fuerza Aérea y el gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz. De esa versión inicial apenas se mantienen un puñado de componentes centrales: el Pampa III -renovado con tecnología de última generación- sólo conserva el nombre y una silueta que el paso del tiempo convirtió en inconfundible.
La casa del Pampa III: el Pabellón 90 de FAdeA. En la línea de montaje los aviones se colocan en fila, como en las terminales automotrices.
La casa del Pampa III: el Pabellón 90 de FAdeA. En la línea de montaje los aviones se colocan en fila, como en las terminales automotrices.
Cada Pampa III tiene un valor cercano a los 12 millones de dólares. Para este año, está prevista la entrega de tres nuevos aviones a la Fuerza Aérea Argentina, que se sumarán a los tres finalizados en 2018.
La línea de montaje funciona en un sitio cargado de historia: el Pabellón 90. Un edificio enorme, luminoso, construido en la década del 40 y ampliado en los 70. Es la cuna de prácticamente todos los modelos producidos por la fábrica en las últimas décadas. Las células del Pampa se acomodan en fila, en un esquema muy parecido al de las automotrices: las primeras son las que están más cerca de ser terminadas. El ritmo es intenso, pero en un ambiente de serenidad: el turno de trabajo tiene una breve parada a media mañana y otra al mediodía para el almuerzo. 

La evolución del Pampa

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