El papa Francisco volvió a sorprender y a emocionar a los fieles cristianos cuando al finalizar la audiencia general en la Plaza San Pedro, en medio de su recorrida para saludar a los peregrinos, frenó para darle un conmovedor abrazo a un hombre que padece neurofibromatosis, una enfermedad neuronal que produce tumores en la piel y deformidades en los huesos.
Con esta acción y bendición, el sumo pontífice quiso darle esperanza a esta persona y enviar un mensaje al mundo de solidaridad.
Luego, pidió una oración por Noemi, una niña de un año y medio que sufre atrofia muscular espinal infantil de tipo I. "Acabo de ver a esta bellísima niña con una gravísima enfermedad. Se llama Noemi, y ella, pobrecita, sonreía siempre. Sus padres rezan por la salud de esta niña. Hagamos un acto de amor por ella. No la conocéis, pero es una niña bautizada, como nosotros. En silencio pidamos ayuda al Señor para que le dé salud", agregó el papa, informó la agencia EFE.
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