Malvinas, Brexit y el resultado de las elecciones
El Brexit introduce un nuevo elemento en la política hacia las Malvinas, y vuelve la polémica: acercarse o no.
Las Islas Malvinas, hoy. Foto Gabriel Pecot
Cuando se inicie el segundo vuelo hacia y desde las Islas Malvinas, ya se conocerá el resultado de la primera vuelta electoral del 27 de octubre que determinará si habrá o no balotaje el 24 de noviembre. El servicio aéreo que se iniciará y terminará en Sao Paulo tendrá una escala mensual de ida y vuelta en Córdoba y ha sido presentado como una señal de progreso en la negociación con los británicos. El resultado de la elección repercutirá no sólo sobre este vuelo sino también sobre toda la estrategia argentina, en un sentido o en el otro.
Para el gobierno de Macri, el único camino para recuperar las islas es recrear la confianza con los isleños, removiendo obstáculos para facilitar el progreso económico del archipiélago. El tema central de la controversia, esto es el conflicto de soberanía que desembocó en una guerra en 1982, está excluido. El vuelo a Sao Paulo con escala cada mes en Córdoba es, en esa óptica, una forma de facilitar el acceso al continente y a las Malvinas. Si se quiere, estas medidas forman parte perfectamente de aquella política de seducción que ensayó Guido Di Tella en la década menemista que incluyó también el reparto de ositos Winnie Pooh de peluche.
Hay otras cuestiones importantes que están en la mesa como la pesca y la explotación petrolera, sobre la que hay todavía fuertes restricciones legales dictadas durante el gobierno de Cristina Kirchner, que se están discutiendo y que en general favorecen a los isleños.
Es obvio que el triunfo del oficialismo reforzará esta política de cooperación que se instrumenta, con la activa participación de los embajadores Carlos Sersale y Mark Kent, que hablaron aquí sobre cuestiones bilaterales futuras, con el Brexit en práctica.
Para el frente kirchnerista-peronista, el vuelo a Sao Paulo es otro retroceso argentino en su afán de agradar a Londres. Y es precisamente el Brexit el que preocupa a los isleños que deben tratar de estimular fuertemente el comercio con la región, utilizando como salidas más económicas los actuales vuelos desde Santiago de Chile y ahora desde Brasil. Es evidente que un triunfo de la oposición puede cambiar drásticamente el escenario diplomático con Gran Bretaña. La retórica de la malvinización de la política exterior ya ha sido practicada en el país con objetivos internos y electorales, buscando impacto por la gran carga emocional que tiene el conflicto en la cultura argentina. Aún en el equipo de Alberto Fernández no hay nada decidido en esta cuestión, como en muchas otras en las que la amalgama de los puntos de vista internos es la tarea principal.
Se especula que habrá una posición más dura frente a los británicos e isleños. Los planteos del nuevo gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, un radical kirchnerista, sobre Malvinas y el Atlántico Sur, inspirados en la ex embajadora Alicia Castro, son mucho más drásticos que los que Jorge Argüello, ex embajador en la ONU, le sugiere a la perdedora Roxana Bertone.
Argüello volvía este domingo a la Argentina y Castro cenaba el viernes cannollis en Sicilia. No opinaron sobre las Malvinas ni sobre sus futuros políticos si triunfa Alberto F.
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