En las últimas horas trascendió que el último 15 de noviembre, día que desapareció el submarino ARA San Juan con 44 tripulantes a bordo, la nave hizo un contacto en horas de la tarde. Fueron tres frecuencias distintas escuchadas en la Base Naval Mar del Plata, a las 14:18. El acta tardó en asentarse en el libro de guardia.

A partir de esta información, la Justicia investiga si por deficiencias y el estado de gravedad 1 que presentaba y esto hacía que tenía que ir obligatoriamente a un control de rutina, la nave intentó comunicarse para retornar.

En tanto, se supo que pasadas las 2 de la tarde del fatídico día, habría emitido estás tres señales, situación que descartaría la chance de una explosión a las 10 de la mañana, como se informó. Este testimonio lo tendría la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez.

De esta manera, la situación fue advertida por el suboficial primero de la Armada Argentina, Rubén Espínola quien a las 8 de la mañana del último día en que la nave se contactó cumplía funciones de guardia como supervisor de comunicaciones de la Base Naval Mar del Plata. Tras varias horas y siendo exactamente las 14:18 de aquella jornada, Espínola escuchó por tres frecuencias distintas un contacto.

Sucede que por la mala calidad de la emisión radial el suboficial no logró descifrar el mensaje y comunicó esta situación a Puerto Belgrano, donde tomó contacto con la suboficial primero Valeria Noemí Carranza, quien desestimó la apreciación de Espínola. Por lo tanto, la novedad no fue asentada en el libro de guardia.
Ya cerca de las 17, Espínola es contactado por personal de Puerto Belgrano  quien le solicitó detalles de la sucedido según su primer reporte. Más tarde, siendo casi las 21 un oficial le solicita a Espínola que le recuerde el contacto y su proceder.

Tras culminar su jornada laboral y luego de tomar su correspondiente franco de servicio, días donde la situación delARA San Juan tomó estado público, el 18 de noviembre Espínola se reincorpora a sus actividades y reporta aquella "novedad" en el libro de guardia. Mientras que su jefe, el teniente de Corbeta Guillermo Conci, recién toma conocimiento dos días después, el 20 de noviembre, y quien realiza una corrección en el libro.

Por último, la Justicia ahora investiga el "evento acústico anómalo consistente con una explosión" que informó la Armada Argentina cerca de las 10:30 del fatídico día en que desapareció el sumergible, es decir cuatro horas antes de este aparente contacto, lo que daría como lugar de búsqueda otra zona más alejada a la que se hizo hincapié.