María. Fotografía por la autora
María. Fotografía por la autora
"La incredulidad es una reacción muy común".
María tiene 28 años y, como entre el uno y el tres por ciento de la población según el doctor Tony Bogaert, no siente atracción sexual. No es una frígida ni una infeliz; no tiene un trauma ni "le hace falta tener relaciones" o conocer a la persona de su vida, comentarios a los que tiene que enfrentarse con más frecuencia de la que le gustaría. María es asexual.
En la adolescencia empezó a notar que algo era distinto en ella, que cuando sus amigas hablaban de lo bueno que estaba algún tipo, ella ni siquiera sabía quién era, y se planteó entonces su homosexualidad. Cuando se dio cuenta de que tampoco le gustaban las mujeres pensó que quizá la solución era transicionar de género, porque tampoco se había sentido nunca demasiado cómoda con el papel que la sociedad le había otorgado como mujer.