sábado, 19 de octubre de 2013

LA PRUEBA DE LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA


La organización Solidarios de la Noche reparte alimentos / T. CASTRO

El callejón del hambre en Valencia

MIENTRAS LOS BANCOS SIGUEN ESTAFANDO A DESCUIDADOS AHORRADORES Y LOS POLÍTICOS AUMENTANDO EL DESPRECIO DE LOS CIUDADANOS, FLORECEN ORGANIZACIONES DE PERSONAS QUE SOLIDARIAMENTE ALIVIAN LOS GRANDES PROBLEMAS DE SUBSISTENCIA DE GENTES ARRUINADAS
PILAR ALMENAR Valencia 2
Varias organizaciones sociales reparten alimentos a cientos de personas sin recursos junto a la sede del PP

Castilla y León diseña una red para
coordinar ayudas contra la pobreza

EL PAÍS Madrid
Administraciones, entidades sin ánimo de lucro y empresas suman fuerzas frente a los efectos de la crisis

Los bancos de alimentos lanzan una gran campaña nacional de recogida

ALEJANDRA AGUDO Madrid 3
Los días 29 y 30 de noviembre esperan recoger 10 millones de kilogramos de comida en 5.000 tiendas con 60.000 voluntarios

Nace la Alianza Contra el Hambre y la Malnutrición de España

Por:  18 de octubre de 2013
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"Pobreza en la mayor parte del mundo/Pobreza en América".
Esta semana tuve oportunidad de participar en Asturias en el lanzamiento de la Alianza Contra el Hambre y la Malnutrición de España (ACHME), una iniciativa basada en el modelo homónimo de la FAO que comienza de forma modesta pero que apunta excelentes maneras: organismos públicos, ONG, académicos y empresas privadas se unen para abordar un problema que va a requerir lo mejor de cada uno de ellos. El reto es doble: por un lado, la Alianza debe vencer la resistencia social a ocuparse en este momento de las desgracias que se producen fuera de nuestras fronteras, y el hambre sin duda es una de ellas. Por otro, necesitamos con urgencia una información más completa y ordenada sobre el reto de la malnutrición en España, que podría estar creciendo de forma preocupante, para saber qué podemos hacer al respecto.
Digo esto porque, con toda franqueza, creo que nadie es capaz de proporcionar un diagnóstico adecuado con datos tan parciales, confusos y fragmentados. Sabemos que el número de españoles que viven en la 'pobreza severa' (menos de 327 euros al mes) ha superado ya los 3 millones. También sabemos por el INE que los hogares que no pueden consumir carne o pescado al menos dos veces a la semana han pasado del 1,8% al 3% en los años de la crisis. Y Cáritas advierte que en 5 de cada 6 de de sus centros que participaron en las encuestas más recientes del Observatorio de la Realidad Social, los alimentos constituyen el primer o el segundo recurso más demandado por las familias. Esto se explica, entre otras cosas, porque es uno de los pocos gastos que dejan algún margen de maniobra: el coche, la hipoteca o la luz no admiten alternativas.
Sabemos, finalmente, que España no está sola en este problema. Otros países desarrollados conviven desde hace más tiempo con el problema de las necesidades alimentarias: 15% de los hogares en EEUU, de acuerdo al Departamento de Agricultura; una de cada cuatro familias pobres en Grecia, según UNICEF; las suficientes para que el alcalde de Londres haya puesto en marcha la iniciativa "Por un Londres libre de hambre en 2020". 
Pero no sabemos mucho más. Como ya hemos comentado en este blog en alguna otra ocasiónlos medios ofrecen información alarmante y mal justificada sobre este asunto. Mientras hablamos de "hambre" extendida en España -un problema que requiere medidas paliativas urgentes-, podríamos estar sentados sobre una verdadera bomba de relojería de mala nutrición que explote dentro de veinte años. Y en ese caso el origen del problema estaría relacionado solo en parte con la caída del ingreso (desempleo). El verdadero factor determinante es la destrucción de las redes de protección social que sostienen a las familias (desde las rentas de inserción a las becas de comedor). Un problema político mucho más peliagudo que incrementar las donaciones caritativas. El informe presentado este verano por el Sindic de Cataluña -comprehensivo e inquietante- apunta en esta dirección.
Muchos otros países han recorrido ya este camino y sería un error ignorar las lecciones que nos ofrecen sus casos. El análisis de la desnutrición global nos da, en primer lugar,perspectivasolo 2 de cada 1.000 hambrientos del planeta viven en países desarrollados. También nos recuerda que las causas del problema son estrictamente políticas y económicas: ¿no les parece que existe un paralelismo inquietante entre los acaparamientos de tierra que hemos denunciado en países como Guatemala y el aluvión de desahucios que, solo en 2012, dejó a más de 100.000 familias españolas sin la protección de sus hogares y con la deuda de sus hipotecas? Aquí, como en África y en América Latina, la pobreza está tan relacionada con la falta de ingreso como con la vulnerabilidad extrema de las víctimas.
Con su nacimiento, la ACHME se enfrenta a la responsabilidad de responder a algunas de estas cuestiones. Han tenido la valentía de asumir la complejidad de un problema caleidoscópico en cuya resolución nadie sobra. Ojalá esta iniciativa de asturianos se extienda pronto por el resto de España y el proyecte eche a volar. @3500M les desea lo mejor.
[Esta entrada forma parte del monográfico sobre Hambre y Alimentación que realizamos esta semana con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación. Otros artículos publicados en este mongráfico:

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