Para lograr esta nota contamos con la guía de nuestro amigo Bruno Gonzales y la complicidad de unas condiciones climáticas ideales. Salimos desde la playa embarcando de una manera espectacular, ya que tuvimos que superar los rompientes trepados al semirrigido que nos transportaba, después nos esperaba un mar tranquilo y la compañía de una manada de toninas hasta el punto elegido para la pesca.
Navegamos apenas 2 kilómetros para encontrar un gran cardumen en el ecosonda y una vez anclados comenzamos una inesperada maratón de piques. Encarnando con anchoa fresca logramos todas las especies que se presentaron: chuchos, rayas, gatuzos -de los más diversos tamaños que volvieron al agua- , pescadillas, congrios y corvinas, estas últimas por su tamaño y potencia pasaron a ser la atracción de la jornada ya que debido a la lucha que ofrecían pasaron a ser las buscadas por la tripulación.
Vale aclarar que al no tener prácticamente vientos que movieran la embarcación, el disfrute fue completo permitiendo inclusive algunos lances de flote buscando pejerreyes y de artificiales modalidad conocida como jigging. También en cuanto a equipos nos dimos el lujo de llegar a utilizar algunos muy livianos y llevar el desafió al extremo. A las 16.00, después de 4 horas intensas de pesca, dimos por concluida la jornada y volvimos con una leve bruma como cortina de despedida mientras dirimíamos quién había obtenido la corvina más grande. Informes por salidas: Señal Team, 02254401808.
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