“La Presidenta está extraordinariamente bien de salud y muy activa en el trabajo cotidiano”, afirmó en la mañana, muy temprano, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich. Pero pasaron unas siete horas y el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro, ingresó a la Sala de Periodistas de la Casa de Gobierno para distribuir un comunicado, firmado por la Unidad Médica Presidencial, que señalaba que Cristina Kirchner padecía un “cuadro de faringitis”, y que se le indicaba reposo por 48 horas. Al mismo tiempo, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, informó que fue “reprogramado para una nueva fecha” el acto que iba a realizarse hoy, en el que la Presidenta iba a inaugurar un mural en homenaje a Arturo Jauretche en la avenida 9 de Julio.
El sitio Noticias Urbanas publicó el jueves que a la Presidenta la esperaban en la Fundación Favaloro, para hacerse un chequeo al cumplirse un año de la operación por el hematoma que sufrió en la cabeza. El arribo de la Presidenta a la Fundación se daba como un hecho, y una guardia periodística estuvo en el lugar toda la mañana. Pero Cristina Kirchner se quedó en Olivos. Para bajar expectativas, un vocero oficial manifestó cerca del mediodía que “ no tiene previsto hacerse ningún chequeo médico ”.
Pero el chequeo viene siendo postergado, dio a entender más tarde Scoccimarro (y así lo indicaron también fuentes de la Fundación Favaloro), al señalar que cuando llegue el momento se dará la información correspondiente.
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