Se supo: la influencer japonesa que andaba en moto, mostraba paisajes y contaba sus aventuras sobre la máquina de dos ruedas era al fin y al cabo un hombre que modificaba su apariencia con una aplicación que descargaba en su teléfono celular.

La chica se presentaba como Azusaga Kuyuki y en las redes sociales mostraba sus fotos en distintos lugares, siempre con una moto detrás suyo.. "Me gustan las montañas, me gusta el mar. Bikes, esquí de montaña, camping. Los sueños son cadáveres cubiertos de hierba", decía en su cuenta de Twitter, en la que también decía gustar de Hokkaido, la más septentrional de las islas que componen Japón.