lunes, 28 de octubre de 2019


Un derrotero de cuatro años hacia una catástrofe social
Cómo se sale del laberinto
Una crisis social profunda y una economía desarticulada que reclaman definiciones urgentes. Pobreza, inflación y crisis de divisas, el trípode de la emergencia.
La pobreza como flagelo, pero también como desafío de alcanzar un modelo de inclusión. 
La pobreza como flagelo, pero también como desafío de alcanzar un modelo de inclusión.  
Imagen: Bernardino Avila
Pobreza en niveles alarmantes, destrucción del mercado interno por caída del consumo, producción en caída libre en una amplia gama de sectores, recesión económica pero con inflación acelerada, torniquete monetario vía altísimas tasas de interés que pulverizaron la inversión pero no lograron estabilizar el mercado cambiario, caída estrepitosa de los ingresos de la población en el marco de un desempleo creciente. El territorio sobre el que deberá operar el nuevo gobierno, en materia económico y social, tiene mucho de tierra arrasada, aunque no carezca de herramientas para dar pelea. La cuestión es cómo se arranca liberándose de importantes ataduras. Las consecuencias del programa económico del FMI, firmado en abril de 2018, cuando la política económica macrista ya dejó al país sin posibilidad de pagar la deuda, empeoró los indicadores económicos y sociales. Atender esta catástrofe social le reclamará al futuro gobierno deshacerse de las limitaciones de ese acuerdo stand by, por empezar. Un acuerdo que ni siquiera le alivió al país la situación de la deuda externa, puesto que los cuantiosos fondos que ingresaron por el megaacuerdo, se fueron en la misma magnitud por la ventanilla de la fuga. 
El gobierno de Mauricio Macri, y cuatro años de aplicación de su modelo económico, no sólo dejan un estado de destrucción masiva en lo económico y social, sino también serios conflictos de articulación intersectorial, que requerirán como mínimo el replanteo de compromisos de cada uno en un nuevo modelo de desarrollo y convivencia, hoy inexistente. "Hay que revertir el dogmatismo fundamentalista del mercado, que hace pasar intereses privados por públicos", plantea en tal sentido, Rafael Kohanoff, un veterano dirigente industrial que tuvo activa intervención en crisis y acuerdos sociales en diferentes etapas del país.  "El compromiso es repolitizar la economía", sostiene casi provocativametne, al advertir que un acuerdo o concertación nacional no se sostiene simplemente en una sumatoria de reclamos sectoriales, sino en el compromiso de organizaciones políticas, económicas y sociales en conformar un proeycto político capaz de recomponer un nuevo orden funcional. "Un nuevo contrato social", señala. No es por vía de las reglas del mercado que se hallarán las respuestas a una pobreza extendida y una inflación descontrolada, por ejemplo.

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