¿Terminó la pesadilla? Uno de los chilenos que estuvo preso en Malasia, acusado de asesinar a una persona, se escapó y regresó a su país, aunque puede quedar envuelto en un conflicto diplomático. Se trata de Felipe Osiadacz, de 28 años, quien fue condenado junto a un amigo por el homicidio de una travesti y pasó 15 meses tras las rejas. Pese a que debía quedarse en la capital, Kuala Lumpur, hasta que las apelaciones fuesen resueltas, retornó a su país. Podría haber un pedido de extradición.