domingo, 23 de diciembre de 2018

Una manifestante le gritaba a un policía durante la protesta de ayer en París.
Una manifestante le gritaba a un policía durante la protesta de ayer en París. 
Los chalecos amarillos, el movimiento que puso en jaque al presidente francés Emmanuel Macron, volvió a tomar el centro parisino en su sexta jornada. Esta vez, el movimiento ideó una maniobra de despiste: anunciaron en Facebook una gran marcha en Versalles (al oeste de París), pero se presentaron por sorpresa en las escalinatas de la basílica del Sagrado Corazón, en el barrio de Montmartre, sobre una colina en el extremo norte de la ciudad. La sexta jornada registró otra innovación: esta vez bloquearon varios pasos fronterizos con España, Bélgica e Italia. Y el sábado tuvieron su réplica en Portugal. El ministerio del Interior informó que se produjeron 220 detenciones en toda Francia, 142 en París. Ayer, bajo la acusación de portar un arma prohibida, la policía detuvo a Eric Drouet, uno de los líderes del movimiento.  

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