sábado, 29 de octubre de 2011


Rubalcaba y Rajoy: dos candidatos, un presidente

ACTUALIDAD ESPAÑOLA
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Por un lado la banda terrorista ETA anuncia el final de las actividades de lucha, pero es como un rengo (falta la entrega de las armas, un balance de sus sitios de reuniones, elementos para fabricar explosivos, la entrega de todos los elementos de logística, un inventario de patrimonios e intenciones) Esto es solo una parte de la rendición total y la disolución con el juramento expreso de no regresar nunca más. Por un lado la gran parte de la ciudadanía se extravierte y manifiesta su alegría contenida. Por otro lado los datos del paro suben hasta las más altas cotas nunca antes vistas, agregar solo un puñado más de desocupados para alcanzar los cinco millones de improductivos andando por las calles tratando de encontrar algo que mitigue su dignidad e impotencia.
El Gobierno de Rodriguez Zapatero (PSOE) estresado pensando en la última curva antes de entregar la posta, El candidato del Partido Popular (PP) don Mariano Rajoy, frotándose las manos como un buitre que espera que su presa caiga sola para iniciar el festín, el Español desorientado sin perspectivas que le obliguen a una sonrisa. El resto de países Europeos mirando a España como si fuera un boxeador a punto de caer, gente hablando sola por las calles, los más previsores, espabilados o audaces negándose al retiro forzado, y yo que ando a caballo entre mi país nativo de argentina y el país adoptivo de España.
Recuerdo hace algunos años atrás en los viajes vacacionales a argentina cuando hablábamos de los dos países con mis amigos, yo ponía el ejemplo de honradez de los políticos españoles y me escuchaban con resignación y casi con envidia.  Hace unos pocos años las cosas han cambiado y tengo que agachar las orejas ante los comentarios de argentina que ha tenido un 8% de superhábit, mientras que  aquí se instauró (para desgracia) la clase “Choriza”, llámeseles coimeros y ladrones entre los políticos. En esta ensalada me encuentro jubilado y con una pequeña empresa que se mantiene frente a la tormenta.  Aquí elegí para vivir, aquí viví con floreciente holgura los últimos treinta años y aquí debo dejar el pellejo trabajando y avanzando con la dignidad de saber agradecer a este país la oportunidad que en su momento me dieron.

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