CUERPO
La 'runner' sueca que no conoce el miedo
El verano anterior a emprender su carrera de 1.840 kilómetros en solitario por Irán, Kristina Paltén (Pitea, Suecia, 1971) contactó con Anders Ekstrand, un psicólogo de la Confederación Sueca de Deportistas, para pedirle consejo sobre cómo afrontar los temores que la acechaban. Especializado en miedo y valor, Ekstrand le explicó que "si era capaz de gestionar este sentimiento podría manejar muchas situaciones difíciles en la vida" y la invitó a enumerar sus terrores para ir desmontándolos uno a uno. "Que alguien me quiera hacer daño, me asalte o me viole en la tienda de campaña. Que me violen y maltraten en la cárcel. Que alguien quiera dar ejemplo encarcelándome, maltratándome o algo parecido. Que alguien quiera hacerme daño en el camino. Que me atropellen...", apuntó hasta confeccionar una lista de 22 pesadillas. Tras analizarlas, intentó buscar una solución práctica a cada una de ellas, como relata en 'Sin miedo' (Editorial Maeva): "Pensar en dormir sola en mi tienda, en el medio de la nada, me hacía sentir muy vulnerable. Así que se me ocurrió que podría pedir permiso para acampar en los jardines de la gente u hospedarme en hoteles".
La posibilidad de sufrir una violación la paralizaba. "En Suecia, la mayoría de las violaciones ocurren entre conocidos. En el 80% de los casos, el violador conoce muy bien a su víctima", se dijo a sí misma. El miedo no conoce fronteras. "En Estocolmo hay grupos de chicas que salen a correr protegidas por agentes de policía y los vestuarios de muchos gimnasios tienen cerraduras para evitar asaltos a las mujeres. Todo esto contribuye a generar una atmósfera de terror en torno a las mujeres, a hacernos parecer débiles. Yo llevo 16 años corriendo sola y nunca me ha pasado nada. No sé por qué tenemos que dejarnos dominar por esa sensación de pánico.Me niego a dejar que el miedo gobierne mi vida".
CONFIANZA A CIEGAS
¿Qué empuja a una ingeniera de telecomunicaciones a dejarlo todo por el 'running' y embarcarse en una aventura como ésta? "Fue una especie de experimento. Suecia siempre ha sido un país maravilloso para vivir pero, en los últimos tiempos, han surgido partidos políticos que promueven la xenofobia, un sentimiento de rechazo que, en mi opinión, obedece al miedo a lo desconocido. Miedo como el que existe entre Occidente y el Islam. Quería hacer algo para derribar prejuicios y fomentar la confianza. Soy una 'runner' y, por eso, lo mejor que podía hacer era ponerme mis zapatillas y correr. Una mujer occidental corriendo sola por las carreteras y caminos de un país musulmán suponía un ejercicio de confianza a ciegas en el prójimo", explica.
HOSPITALIDAD
Durante 59 días, Paltén corrió con la única compañía de 'Baby Blue', una sillita de bebé en la que transportaba todas sus pertenencias, incluida una tienda de campaña que nunca llegó a usar porque "siempre me encontraba con alguien que me ofrecía un lugar para dormir y comida... ¡mucha comida!". La primera semana fue especialmente dura: "Me sentía tremendamente cansada y vulnerable. Estaba completamente sola en un país extraño en el que ni siquiera sabía cómo comunicarme".
Además de para superar sus miedos, los 1.840 kilómetros que recorrió por tierras iraníes le sirvieron para derribar muchas barreras mentales. Ser mujer, lejos de suponer un peligro añadido, se convirtió en una ventaja. "La gente me invitaba a dormir en su casa porque quería protegerme. A mí, esto me producía sentimientos encontrados: por un lado, me encantaba su hospitalidad pero, por otro, no quería que me vieran débil por el mero hecho de ser mujer".
¿Cómo le cambió la experiencia? "No me cambió, sino que reforzó mis creencias. Durante mi viaje, dormí en los hogares de 34 familias. Me ofrecieron una cama y comida (¡mucha comida!). Tengo más fe que nunca en el ser humano. Las personas son personas. Da igual su país de procedencia, cultura o religión. Todos quieren lo mismo: llevar a sus hijos al colegio, ir a trabajar y regresar a casa cada día", concluye.
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