El Papa dice que viajará a España «cuando haya paz»
Urge en Marruecos a erradicar las causas de la emigración forzosa y dice que las concertinas de Ceuta y Melilla son algo «muy duro»
RABATActualizado:
Durante el vuelo de Roma a Rabat, una periodista española entregó al Papa un modelo de barquito de madera construido dentro de una botella de plástico de un refresco de limón. Junto con un chiste y una carta firmada por todos, era un regalo de los presos y presas de Castellón, quienes le piden que venga a España. Francisco se limitó a comentar que «a mí me gustaría» y, a preguntas de otra periodista respecto a la fecha, respondió «cuando haya paz», refiriéndose probablemente a una mayor tranquilidad política.
Cambiando impresiones con otra periodista, el Papa afirmó que el uso de concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla «es algo muy duro, muy duro», mientras que la venta a Arabia Saudí de bombas de aviación que lanza en Yemen, «es horrible».
Ya en Rabat, en su primer discurso en Marruecos, el Papa Francisco ha advertido que «la grave crisis migratoria que estamos afrontando es una llamada urgente a erradicar las causas que obligan a tantas personas a dejar su país, su familia, y a encontrarse frecuentemente marginadas y rechazadas». Ha pedido «que puedan volver a sus casas en condiciones de seguridad». Ante el rey Mohammed VI, las autoridades marroquíes y millares de ciudadanos que desafiaban la inesperada lluvia, el Papa ha manifestado su angustia «por la suerte, a menudo terrible, de estas personas que no abandonarían sus países si no se viesen obligadas a hacerlo», una frase aplaudida especialmente por los numerosos subsaharianos presentes.
En la gran explanada de la Torre Hassan y el Mausoleo deMohammed V, Francisco ha escuchado el caluroso discurso de bienvenida del monarca y ha pedido «un cambio de disposición hacia los inmigrantes, que los afirme como personas, no como números, que reconozca sus derechos y si dignidad».
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