España y Argentina: dos pasiones mundiales
Las dos mejores selecciones miden su espíritu competitivo en la final de un torneo marcado por la resistencia dentro y fuera de la pista en el que han tumbado a rivales y pronósticos
Pekín
España y Argentina no sabían que era imposible, por eso lo hicieron. Dos selecciones de travesía paralela y espíritu parecido, destinadas a priori a plegar velas tras la retirada de sus referentes históricos, se han rebelado a ese rumbo para citarse en la final de un Mundial marcado por la resistencia, dentro y fuera de la pista. Con Ricky y Marc, con Campazzo y Scola, con una competitividad umbilical inculcada por sus mayores, dos equipos alejados de la cátedra y jerarquía de los Júniors de Oro y la Generación Dorada que se han agarrado al carácter y al sacrificio para prolongar sus respectivas leyendas.
España disputa su décima final de un gran torneo desde 1999. La primera sin Pau Gasol dentro del grupo, aunque la de 2006 la vivió desde el banquillo y con muletas. En las tres ausencias anteriores del tótem en 20 años (2005, 2010 y 2013) solo cayó un bronce. Desde el oro en Japón 2006, hace 13 años, la selección española solo ha faltado dos veces al podio en los grandes torneos: en el Mundial de 2010, el del triple de Teodosic; y en el de 2014, el del batacazo ante Francia. En este tiempo: cuatro oros, tres platas y tres bronces en 12 campeonatos. Argentina, campeona en la primera edición del torneo en 1950, regresa a la final 17 años después de la plata en Indianápolis ante la última Yugoslavia.
El cruce de caminos entre las dos selecciones finalistas llegó precisamente en 2006. El triple de Nocioni se estrelló en el aro y colocó a España a un paso de la gloria. Ante Grecia, la primera conquista mundial. Ese oro es la pieza que falta en la vitrina albiceleste que, a cambio, presume de un oro olímpico (2004) que a la selección española siempre le negó Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario