Un hombre "fue olvidado" 47 años en un hospital psiquiátrico de la ciudad cordobesa de Bell Ville por un delito excarcelable, aunque nadie tiene en claro por qué.
Miguel Arroyo fue arrestado en 1971 por orden del Juzgado Federal y alojado en el nosocomio, acusado de lesiones leves. Hoy es imposible saber por qué causa fue detenido, porque hace dos años hubo una importante quema de expedientes judiciales.
Pero Arroyo, casi medio siglo después de su detención, sigue procesado y encerrado, una condena mayor que la del múltiple asesino Carlos Eduardo Robledo Puch, preso desde el 4 de febrero de 1972.
La asistente social Consuelo Bisconti, miembro del equipo interdisciplinario de la Unidad Asistencial 10 donde está alojado Arroyo, se mostró preocupada por el hombre, quien aseguró tiene una conducta "normal".
“Él ingresó en 1971 por un supuesto cuadro de esquizofrenia”, contó Bisconti a La Voz y lamentó que Arroyo no tiene ningún familiar a quien acudir. “Sacarlo de acá, de este hospital, es dejarlo en absoluta soledad y sin vínculos afectivos que puedan acompañarlo; aquí está completamente estabilizado”, agregó.
Un informe realizado en las entrevistas del juez y del defensor oficial a los profesionales detalla lo siguiente: “El estado de salud es estable, no presenta patologías, se maneja solo, puede comer e ir al baño, no tiene fiebre, los signos vitales están dentro de los valores normales. En palabras médicas diuresis y catarsis positiva, camina, deambula, se alimenta por sus propios medios, circunstancias que en un geriátrico son positivas”.
Ahora, el juez federal de Bell Ville y el defensor oficial analizan el caso y están tratando de buscar respuestas.