Kika lo hizo: un locro para mil personas en Chos Malal
Esther Cardozo hace más de 40 años que llegó de su Chaco natal a la precordillera neuquina. Es cocinera y en los pocos momentos que no está en la cocina recorre parajes y acompaña a quienes el techo les tiembla cuando nieva. Comparte su receta de locro para 1000 personas y cómo lo hizo.Por Victoria Rodríguez Rey
Cuando le pregunto a Kika como fue cocinar para mil personas me responde, “Te digo las cantidades, ¿tenés para anotar?”. Así es ella, práctica y silenciosa aunque cuando encuentra el espacio para hablar jamás titubea. Sus manos son fuertes, propias de quien ha trabajado desde la infancia. Vive en la precordillera neuquina, en Chos Malal. Es cocinera y en los pocos momentos que no está en la cocina recorre parajes y acompaña a quienes el techo les tiembla cuando nieva.
Cocina de día, cocina de noche y mientras duerme, sueña que cocina. Oriunda de Chaco, Esther “Kika” Cardozo llegó a esta región hace cuarenta y un años, crió a cuatro hijos y haceEn 2013 comenzó a hacer locro para muchos. La primera experiencia fue ni más ni menos que para 600 personas. Luego de esa experiencia comenzó a ser convocada para los aniversarios de las localidades. En Guañacos cocinó 400 porciones, en Taquimilán 600 porciones y en Las Ovejas hizo 1000 porciones. Para esta última comenzó con 15 días de anticipación.
Cuando se indaga en saber cómo fue la planificación, la organización y la puesta en marcha del evento su relato es conciso y metódico: comprar, pesar, lavar, desgrasar, pelar, cortar, volver a pesar, guardar, cocinar, condimentar son algunas de las actividades previas y durante el día de la función. Dice que “de mañosa nomás” prefiere pre-elaborar en soledad. Le gusta recorrer todo el proceso productivo. Es muy selectiva con la calidad de la materia prima y rigurosa en los tiempos de cocción. Esa atención amorosa es uno de los ingredientes difícilmente cuantificables y fundamentales de sus preparaciones.
Para el día del evento contó con dos personas en el fuego y dos más en la cocina además del equipo de mozos y mozas, que queda a cargo de los municipios. No le teme a las cantidades. Su único limitante es el caldero y sostiene que se anima a elaborar hasta 3000 porciones. El cálculo es una llana multiplicación, todo comienza con los dos kilos iniciales de maíz que se traducirán en aproximadamente 50 porciones. Al momento ya hirvió treinta y dos kilos de ese grano. 15 se dedica a cocinar como su actividad productiva principal.
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