ALBERTO
RABILLA
Regresan en recuerdos los andrajos
Personaje gris de aquellas calles
viejas
Que caminamos compartiendo los
guijarros
Hacia un mismo infinito, sin ninguna
queja
¡Cuantas veces me pregunté como sería!
Amanecer tirado a un costado de la vera
Tapado con el cielo de Regina
Y calentarme los ojos mirando las
estrellas
Noches indolentes, de frio caprichoso
Heladas negras como el alma misma
Calaron los huesos de un amigo mio
Era “El hombre del saco”, Don Alberto
Rabilla
La vida me alejó de aquellos pagos
Y nunca supe de tu desgraciada vida
¡hoy te encontré atrapado por las redes
sociales!
Contando que tu calvario, había
caducado
¡Que alegría que siento de saber la
noticia!
¡Viejo Carcamán, a veces renegado!
La historia te devuelve alguna ficha
Para que apuestes fuerte, por el rumbo
extraviado
¡Que Dios te de muchos años, de salud y
reposo!
Que duermas calentito, entre sabanas
blancas
Que bendiga las manos de quienes te
ayudaron
A desandar caminos, poblados de
guijarros.
Alberto
Rabilla, fue durante muchos años, el personaje extraviado en un mundo de
limosnas, trajinó por las calles de mi pueblo, sin pedir nada a nadie, y hoy lo
descubro recuperado gracias a la buena acción de personas
Como
el cura Rondín, José Liberatti o el mismo Hospital de Villa Regina
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