COPA DEL REY
Betis 1 Valencia 1
El Betis conquista la tercera Copa de su historia en la agonía de los penaltis
Un fallo de Musah en la tanda condena al Valencia tras una intensa e igualada final, en la que Hugo Duro había igualado el tanto de Borja Iglesias en la primera mitad
Nada ha domesticado al Betis ni le ha hecho perder una alegría feroz. 17 años sin tocar plata, conformándose con placeres menores, esos que en la vida resultan lo mejor pero que en el fútbol siempre saben a poco. Los verdiblancos han conjugado demasiadas veces el verbo perder, tantas que lo han hecho una forma de vida. Pero el manquepierda lo ha aparcado un ingeniero que, sin que pierda un ápice de talento, ha convertido al equipo en una precisa máquina de fútbol. Y es que aunque no existen infinitas maneras de ganar, el Betis ha elegido un estilo que lo acerca al único objetivo que se persigue en una final: la victoria. [1-1: Narración y estadísticas]
Todo justifica ese fin, el de lograr un estallido de felicidad, que el beticismo siente tan sostenible como Joaquín. El capitán soñó con alzar la Copa, en casa, en un estadio rendido que atesorarán en la memoria los verdiblancos como un gran botín. Y lo logró sobreponiéndose a un rival que lo miró de tú a tú hasta la tanda de penaltis.
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