Agónico Barça: un gol de Piqué resuelve un partido desesperante
El conjunto azulgrana, en un ejercicio más de supervivencia que de afirmación, se impone ante un inofensivo Dinamo de Kiev en un despoblado Camp Nou
El hilo de vida del Barça en la Champions todavía se detecta tímidamente en el Camp Nou después del paso mortecino del Dinamo de Kiev. El partido fue de supervivencia más que de afirmación barcelonista en una jornada que no admitía más resultado que la victoria después de las derrotas contra el Bayern y el Benfica. No juegan ni compiten los azulgrana, sino que participan y dan fe de vida hasta que la competición diga basta en cualquiera de los campos de Europa.
No es fácil descifrar al Dinamo de Kiev. Aunque joven y hasta puede que un punto ingenuo, es también un equipo ambicioso y desacomplejado, dispuesto a correr el riesgo de salir malparado por haber aspirado a cantar victoria, incluso en los escenarios más lujosos de la Champions. Al líder de Ucrania le cayeron cinco goles en Múnich después de negar al Benfica en Kiev. Una hoja de servicios a fin de cuentas mejor que la del Barça. Ya no se sabe qué rival es accesible para los azulgrana en la emblemática Copa de Europa.
Al Barcelona le apremiaba la condición de colista y, además, había quedado atrapado por las lesiones y las sanciones, condicionado también por la visita el domingo del Madrid. El calendario y la precariedad física de la plantilla influyeron seguramente en la alineación dispuesta por Koeman. Jugaba Luuk de Jong y descansaba Ansu Fati. Un cambio que no ayudó precisamente a levantar el ánimo de los pocos hinchas reunidos en el Camp Nou. La desafección no mengua en el Barça.
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