En Gabón, un país de África que muchos localizan solo por ser el lugar de procedencia del futbolista Pierre Emerick Aubameyangse descubrieron 28 cuerpos sepultados en una cueva. ¿Lo curioso? Ninguno de ellos tenía dientes.

Según el estudio publicado en la revista Antiquity, los cadáveres hallados en la cueva Iroungou, tendrían más de 600 años de antigüedad y habrían pertenecido a una clase social alta, debido a los varios objetos metálicos que se encontraron cerca. Según los investigadores, se trataría de miembros de la aristocracia de la época y sus sirvientes.

Para encontrar los cadáveres, los arqueólogos descendieron 25 metros en rapel. 

Debido al buen estado de conservación de los huesos, se pudo determinar otras características como el sexo y la edad. Esto resultó en el anunció de próximos estudios para poder seguir descubriendo más características.  Además, añadieron que al serles retirados los dientes, la fisionomía del rostro cambió totalmente.

La excavación estuvo a cargo del doctor Richard Oslisly, miembro de la Agence Nationale des Parcs Nationaux de Gabón. Su equipo debió descender 25 metros en rapel para poder encontrar estos cadáveres, recorriendo el mismo camino que los llevó a ellos a terminar allí.

Nínguno de los cuerpos hallados tenía la dentadura completa.

“Se sabe muy poco sobre las prácticas funerarias en el África central occidental precolonial, debido a la falta de fuentes escritas y a la muy mala conservación de los restos humanos. Pero la preservación de estas evidencias de la cueva de Iroungou es excepcional”, explicó Sebastien Villotte, otro de los autores principales de la investigación.

Los investigadores debieron realizar el mismo recorrido que llevó a los cuerpos allí.

 “La modificación dental intencional tiene una larga historia en África, pero la extracción de los cuatro incisivos superiores es una forma relativamente poco común”, señaló Villote en cuanto a la extracción de parte de la dentadura.

Entre los objetos metálicos que se encontraron, pudieron distinguir cuchillos, hachas y otros elementos menos violentos como joyas y azadas. En su mayoría, estos artefactos se fabricaban en la zona aunque algunos eran de cobre, el cual se encontraba a cientos de kilómetros.