Zuckerberg sólo consume carne de animales que ha matado él mismo, pero no está claro por qué la sirvió mal cocinada a su invitado
Jack Dorsey es uno de los fundadores y el actual CEO de Twitter. Una figura particular si se echa un simple vistazo a sus tuits, que lo retratan como una persona algo excéntrica y desconectada no sólo del mundo que le rodea, sino también de su propia empresa. Su forma de dirigir la compañía no gusta ni a sus empleados.
Sea como fuere, esta historia no trata tanto de él y de su excentricidad como de la de uno de sus principales rivales, que sería ni más ni menos que Mark Zuckerberg. Facebook y Twitter son redes sociales y estos dos hombres son sus máximos representantes. Y como buenos competidores, han compartido mesa para cenar en más de una ocasión. Pero una de ellas destaca por encima de las demás.
En una entrevista con la revista Rolling Stone, Dorsey asegura que su cita más memorable con Zuckerberg giró en torno a un táser y una cabra muerta a manos del propio Zuckerberg que se sirvió fría y mal cocinada como cena.
Zuckerberg no estaba amenazando a Dorsey al matar el mismo a la cabra, pues para empezar no la sacrificó en su presencia. "La mató antes. Supongo que la mata él mismo. Las mata con una especie de arma láser y luego con un cuchillo. Y luego la mandan a un carnicero". Ojo con lo del 'arma láser', que seguramente fuera un táser por lo que luego aclara Dorsey.
¿Y por qué una cabra? Resulta que si tienes un terreno en Palo Alto, California, puedes tener hasta seis animales de corral en tu finca. El CEO de Facebook sólo come la carne de los animales que él mismo mata, o así asegura que empezaría a hacerlo en 2011. De ahí la muerte de la cabra: simplemente iban a cenársela.
Lo más perturbador, pese a todo, es que parece que Zuckerberg cocinó mal la cabra a propósito. Aunque la comida la acondicionara un experto, la carne de la cabra no estaba buena, según asegura el propio Dorsey, porque estaba fría y no la habían terminado de cocinar. Así lo describe el propio ejecutivo de Twitter:
"Esperamos durante 30 minutos, pero de pronto, salta con un 'creo que ya está hecha'. Volvimos al salón. Pone la cabra en la mesa. Estaba fría. Fue increíble. No creo que nunca volviera al horno. Yo me comí la ensalada sin más".
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