lunes, 14 de mayo de 2018

Encadenadas al abuso

Más de 2,5 millones de mujeres indonesias trabajan en el extranjero como empleadas domésticas. Muchas sufren explotación y todo tipo de abusos

Ernawati vive encadenada en el trastero de la casa que ella pagó desde que regresó de Arabia Saudí.Ver fotogalería
Ernawati vive encadenada en el trastero de la casa que ella pagó desde que regresó de Arabia Saudí. ZIGOR ALDAMA
"Mi tarea es buscar a mujeres que estén dispuestas a viajar al extranjero para trabajar como empleadas domésticas". Isah, que como muchos indonesios solo utiliza su nombre de pila, no tiene ningún inconveniente en describir su labor como reclutadora en las zonas rurales de Sukabumi, un distrito del suroeste de la isla de Java. Es más, ella misma trabajó como sirvienta durante casi 13 años en Arabia Saudí, y ahora se siente orgullosa de ayudar a otras mujeres más jóvenes para que sigan los pasos que ella dio entre los años 2000 y 2013. “Yo ya he cumplido los 42 y soy demasiado mayor para continuar con ese empleo, pero mi experiencia sirve a muchas otras. En el extranjero pueden hacer dinero y ayudar a sus familias”, explica.

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