Chuletones de larga maduración
Por: José Carlos Capel
Me lo había comentado Ricard Camarena algún tiempo atrás :“En Altea (Alicante) hay un asador insólito para la zona en el que doran a la parrilla chuletones de vacas y bueyes viejos madurados durante meses”.
¿Será posible? ¿Carnes rojas al borde del mar en un pueblo donde la cocina se basa en arroces y platos mediterráneos de pescado? No puede ser
Por fin, ayer domingo nos presentamos en Ca Joanhttp://www.cajoanaltea.com/index.php/es/, restaurante que regenta el joven Joan Abril.
Y en efecto, nos encontramos con unas cámaras repletas de costillares de vacuno y de bueyes viejos sometidos a maduraciones prolongadas.
¿A qué precio vendes estas carnes, le pregunté? “A 85 euros el kilo. El sábado vino a cenar Jöel Robuchon y me dijo que era muy barato, que estaba perdiendo dinero”.
Ya en la mesa degustamos una chuleta de vaca machorra con 226 días. Y un chuletón de buey con 250 días. Es decir, ¡con siete meses y medio, y ocho meses respectivamente¡
Carnes hechas en parrillas de carbón en cuyo manejo la casa todavía tiene que mejorar. ¿Se podían comer? Por supuesto, aunque para mí exigen cierta predisposición.
En la boca las notas de caza y de frutos secos reemplazaban al sabor de la propia carne.
Nada nuevo para quienes conocen el refinado tratamiento que José Gordón aplica a sus carnes en su Bodega El Capricho
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