Como sucedió luego de la tragedia ferroviaria de Once o de la conmocionante muerte del fiscal Alberto Nisman, la presidenta Cristina Fernández decidió sumergirse en el silencio y el hermetismo en medio de las dramáticas inundaciones en la provincia de Buenos Aires.
La última aparición pública de la mandataria fue el 10 de agosto, un día después de las PASO, cuando recibió en Olivos a Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, la fórmula ganadora de la interna kirchnerista en territorio bonaerense.
Sin embargo, para encontrar su último mensaje a la población hay que remontarse a cinco días atrás, el 5 de agosto. En esa oportunidad -a pesar de la veda electoral-, la jefa de Estado realizó su cadena nacional número 31 del año para anunciar un aumento a los jubilados, criticar –sin nombrarla- a la diputada Elisa Carrió y defender a Aníbal Fernández tras la denuncia de “Periodismo para todos” sobre presuntos vínculos con el tráfico de efedrina.
Desde entonces y hasta la fecha, trascurrieron doce días ni conocer una sola palabra de Cristina. Raro, teniendo en cuenta que, hasta antes de las inundaciones en Provincia, el promedio de cadenas nacionales se acercaba a una por semana.
De hecho, la jefa de Estado suspendió el pasado martes un acto en Casa de Gobierno donde iba a ser condecorada por emisarios del gobierno de Palestina, posiblemente transmitido por cadena nacional. Según se informó, Cristina optó por monitorear desde Olivos la asistencia por las inundaciones.
Para hoy, se especulaba con la posible reaparición de la mandataria en el acto oficial de homenaje al general San Martín al cumplirse 165 años de su muerte. Sin embargo, en el predio de Tecnópolis en Villa Martelli, los encargados de encabezar la ceremonia fueron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
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