El mal trago de Florentino
RUBÉN CAÑIZARES / MADRID
Día 14/07/2015 - 12.26h
Hecho insólito en sus trece años como presidente: hinchas pidiendo su dimisión
No se recuerda en los trece años de presidencia de Florentino Pérez un acto oficial del club blanco con tanta beligerancia hacia el mandatario blanco como el de ayer. Lo que pretendía ser una explicación institucional a la marcha de su capitán y emblema, que revirtiera la dañina imagen de hace 48 horas con Casillas y la nada en la sala de prensa del Bernabéu, se convirtió en un inesperado plebiscito en el que la figura del presidente salió con herida leve.
La puesta en escena consistió en un soliloquio de Pérez, que dio paso a un breve discurso de Casillas (de nuevo sin admitir preguntas), para terminar con una rueda de prensa del presidente en la que reiteró lo ya mencionado en su parlamento, cargado de piropos hacia Íker, recados a una parte de la afición y defensa del buen hacer del club en el adiós del capitán a pesar de las críticas de los últimos días.
Presión popular
Antes, alrededor de dos mil personas esperaron impacientes en torno a la torre D del coliseo blanco para poder acceder al estadio y brindar un último tributo a su ídolo, pero estuvieron cerca de no hacerlo. Hasta última hora no se decidió abrir las puertas a los aficionados. El club quería realizar un acto íntimo en el palco de honor, pero para evitar males mayores se cambió de opinión. Lo que no sabía la entidad blanca era el revuelo que iba a montar esos dos millares de hinchas en el Bernabéu.
Tras las palabras de Florentino Pérez y Casillas, coronadas con un abrazo entre ambos con lecturas para todos los gustos, el guardameta bajó al césped para fotografiarse en el centro del campo junto a los 19 títulos conquistados en sus 16 años en el primer equipo. Lo hizo entre lágrimas y vítores de «¡Íker, Íker, Íker!» y con severos reproches al presidente, aunque éste no apareciera por el campo: se quedó en el palco de honor saludando a los peñistas allí presentes.
«¡Florentino, dimisión!» y «¡Ramos no se vende!» fueron los inesperados gritos contra el presidente, que por primera vez en sus dos etapas como mandatario vio como un sector de la afición se le echaba encima. A pesar de la ola de calor, la pretemporada en el Real Madrid comienza con tormenta.
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