Un reportero de TV trata de entrevistar a un cadáver tras un tiroteo en Brasil
«Está muerto», dice el propio presentador con una especie de risa nerviosa, tras preguntarle la edad al fallecido, y mantiene la narración... «Está muerto... murió ahora... aquí mismo...»
En la vieja redacción de ABC había un orondo jefe de Sucesos al que los hoy veteranos reconocen como el gran periodista y maestro que fue. Cuentan quienes fueron sus becarios y redactores que cuando saltaba la noticia de un suceso con cadáver, corría hacia el encargado de contárselo luego a los lectores y ordenaba: «Fulano, sal a toda velocidad, quiero saberlo todo, así que no vuelvas si no traes hasta declaraciones del muerto».
Nadie recuerda que este redactor jefe tuviese una etapa profesional en Brasil, y aun no siendo así, ha encontrado discípulos.
Se trata del programa Tolerância Zero, de la televisión brasileña Atalaia. Se trasladaba el equipo en directo para narrar un intercambio de disparos entre la policía y tres sujetos.
En pleno fragor, el periodista, que está en directo, trata de recabar testimonios entre los protagonistas. No hay demasiados a mano como para pararlos un instante a describir la escena mientras está todavía el suceso en marcha. El avezado reportero pasa por el testimonio de un policía, luego de dos de los detenidos que se encuentran en el suelo con las manos en la espalda, más tarde narra: «Y aquí hay otro», y le pregunta:«¿Cuántos años tienes?».
No encuentra respuesta. El hombre al que acaba de preguntar no está «herido», como dice el propio periodista en un primer momento. «Está muerto», dice con una especie de risa nerviosa, y mantiene la narración...«Está muerto... murió ahora... aquí mismo...», trata de sobreponerse. «No tenemos su documentación para saber si es mayor o menor», dice lamentando que su pregunta no haya hallado respuesta.
Aunque no podría haber regresado a la vieja redacción de ABC, toda vez que no logró testimonio alguno del fallecido, no se puede decir que no lo haya intentado.
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El misterio de la isla brasileña invadida por sapos deformes
Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes. Y hay individuos que presentan anomalías en las mandíbulas y narices. Cerca del 20% de los sapos deformes también están parcialmente o completamente ciegos. Algunos carecen de uno o ambos ojos, mientras que otros no poseen iris o los tienen decolorados.
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El misterio de la isla brasileña invadida por sapos deformes 
Los anfibios invadieron la isla hace varias décadas y ahora casi la mitad tienen malformaciones en las extremidades, los ojos y la boca. Algunos no tienen patas, a otros les faltan o le sobran dedos o los tienen deformes. Y hay individuos que presentan anomalías en las mandíbulas y narices. Cerca del 20% de los sapos deformes también están parcialmente o completamente ciegos. Algunos carecen de uno o ambos ojos, mientras que otros no poseen iris o los tienen decolorados.
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